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Ni con unos ni con otros, pero si entre todos. La nueva etapa política en Andalucía obligará más que a un pacto de legislatura a acuerdos puntuales. Así lo deslizaba en las últimas horas Teresa Rodríguez, porque Adelante Andalucía no entrará en el hipotético gobierno de Susana Díaz.

Adelante Andalucía ha centrado su estrategia en sumar el total respaldo de su militancia y en reiterar que en ningún caso gobernarán junto al PSOE, con el que sí estarían dispuestos a llegar a acuerdos puntuales, pero en ningún caso a un pacto que les siente en el Consejo de Gobierno, y también que no permitirán un gobierno de la derecha.

La coalición se juega consolidar su crecimiento como fuerza de la izquierda y el presentar a su candidata a la Presidencia, Teresa Rodríguez, como alternativa real al denominado "susanismo".

Y a la actual presidenta en funciones de la Junta, le preocupa más que la negativa de Teresa Rodríguez, al que aspira a convencer, la posible alianza de PP, Ciudadanos y Vox, para desalojarla del Palacio San Telmo.

La candidata socialista a la reelección, Susana Díaz, ha reiterado durante la campaña que su objetivo es lograr el 2-D un mayor apoyo que en marzo de 2015, cuando el PSOE-A superó los 1,4 millones de votos, el 35,4 por ciento del total, aunque es posible que ello se traduzca incluso en la pérdida de algunos de los 47 escaños con que cuenta en la actualidad por efecto de los restos en algunas provincias, que beneficiaron a los socialistas hace tres años y medio.

En el último tramo de campaña, la candidata socialista ha apelado a una participación masiva para hacer frente a lo que denomina "alianza de la derecha y de la extrema derecha" entre PP-A, Cs y Vox.

Un posible pacto que al candidato de Ciudadanos, Juan Marín, le impone respeto, a pesar de los guiños lanzados a los populares, a quienes ha dicho que si firman un acuerdo la formación naranja va a cumplirlo porque es "de fiar". Todos los sondeos le otorgan un aumento que sitúa su posible resultado en al menos el doble de los 9 diputados alcanzados en 2015 con un 9,28 % de porcentaje de voto, y según algunas encuestas llega a acercarse incluso al triple.

Vox, por su parte, es el partido "sorpresa" y cuenta con un respaldo que, según varias encuestas, le permitiría irrumpir por primera vez en un Parlamento.

El equilibrio de fuerzas en el parlamento andaluz marcará la agenda política de los próximos días, un gobierno el de la Junta que comenzará a forjarse con llamadas de teléfono la misma noche electoral.