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Desde nuestra región, se sigue apostando para que los ucranianos que llegan aquí se integren de la mejor forma posible. Es el caso de Boadilla del Monte, donde han empezado a dar clases de español a los refugiados que llegan al muncipio.

Aprenden las primeras palabras en español. "Hola", "gracias", los "días de la semana" y los "números del 1 al 10". Es el primer paso para integrarse en el nuevo mundo de acogida que les ha sacado de la guerra. La casa de la Juventud de Boadilla del Monte se ha reconvertido por las mañanas en un centro de formación para los 400 refugiados ucranianos acogidos en el municpios.

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Sesenta refugiados ucranianas, casi todas mujeres, se han incrito en clases de español. Los profesores son vecinos del municipio, como Carlos, que tiene la ventaja añadida de hablar ruso.

Muy pocas de las refugiadas hablan español. Ludmila es su traductora y ayuda para todos sus tramites con el Ayuntamiento.

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Boadilla del Monte reforzará este servicio a los refugiados con atención psicologica, clases de yoga y pilates, entre otras actividades.