Van de vehículo en vehículo. Una vez revisado, los agentes de la Guardia Civil encintan el coche para advertir al resto de unidades sobre el terreno. Es un trabajo minucioso, y el barro dificulta las labores.
En un túnel que une Alfafar y Benetússer un grupo de bomberos malagueños logró hace unas horas despejar algo la entrada. Había más de 40 vehículos en el interior. Muchos con víctimas mortales en su interior y aún quedan por revisar.
Los miembros del Greim, el Grupo de Rescate en Montaña de la Guardia Civil, entran en los garajes aunque sea con el agua al cuello. Los bomberos se abren paso en la oscuridad con pequeñas barcas.
Y la UME trata de acceder a través de las escaleras de acceso a los parkings, siempre comprobando con las varas en busca de posibles víctimas.
Y es que es en los vehículos donde se está encontrando el mayor número de víctimas.
Muchos de ellos han sido arrastrados hasta la orilla del mar. Entre toneladas de cañizo, aún hay vehículos hasta los que sólo se puede acceder con helicópteros o en lanchas.
En las carreteras valencianas ya se han retirado más de 1.000 turismos y 175 camiones.