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A partir de las doce de la noche, pocos han sido los parques y plazas que no han sido tomados por el botellón y la fiesta. Ha sucedido prácticamente en toda la capital. 450 intervenciones policiales. Unas al lado del Anatómico Forense, otras en el Wanda Metropolitano. Centenares de jóvenes en las calles de Malasaña, en los aledaños de la Puerta del Sol o Chueca.

Una primera noche sin toque de queda, marcado por la imprudencia, en que miles de jóvenes, sin mantener la distancia de seguridad ni mascarillas, al grito de 'libertad' y 'alcohol' reivindicaban la juerga, olvidándose que estamos en pandemia.

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Había preocupación por que se produjeran y se la preocupación se ha hecho realidad. Las fiestas y botellones han vuelto a las calles de Madrid, con aglomeraciones, incluso antes de decaer el estado de alarma en muchos puntos de la capital. De poco o nada han servido las llamadas a la responsabilidad, en una semana en que el covid-19 se ha cobrado la vida de un centenar de personas en los hospitales de la región...La Policía Municipal ha realizado 450 intervenciones. Las zonas más conflictivas, la plaza del 2 de Mayo, Ciudad Universitaria o los aledaños del Wanda Metropolitano y Sol.

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También trabajo para la Policía Nacional que anoche detuvo al dueño de un bar en la calle Ponzano. No respetó la hora de cierre, había 20 personas en el interior y agredió a los agentes con patadas y lanzándoles un vaso.

Otra imagen de la noche se vivió, en el hospital Clínico San Carlos. A unos metros de la UCI especializada en el tratamiento a pacientes con Covid, un enfermero denunciaba la imprudencia de un centenar de jóvenes de botellón.

Habrá que esperar unos días, para conocer las consecuencias de estas juergas.