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Con este calor los madrileños buscan desplazarse a zonas recreativas con las que sobrellevar las altas temperaturas. Uno de estos lugares es el Valle de Fuenfría, situado en la sierra de Guadarrama en municipio de Cercedilla.

El problema de este valle es que se convierte cada fin de semana es una auténtica “ratonera”. La carretera que parte de la M-966, que es de un solo carril y no tiene salida alternativa, queda completamente colapsada por la continua circulación de coches.

El motivo de los atascos se debe a que es la única vía que utilizan los visitantes para acceder a las piscinas naturales de Las Berceas o a las áreas recreativas de la dehesa.

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Los vecinos de Cercedilla alertan de los riesgos que suponen en caso de emergencia y avisan que, de producirse, por ejemplo, un incendio o alguna emergencia sería difícil evacuar la zona y dar acceso a los vehículos de emergencia.

Esta situación supone un riesgo para la naturaleza y para las personas. Es por ello que los vecinos piden controles de acceso eficaces y aforos limitados, además de un plan de movilidad para todo el parque nacional. “La barrera está demasiado arriba y la tendrían que regular abajo porque allí sí se puede dar la vuelta”, recomienda una vecina de la zona.