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Las vacaciones tocan a su fin, y ahora toca volver a madrugar, ir a trabajar, aguantar los atascos. Los psicólogos estiman que se tarda de media 15 días en la adaptación y para evitar formar parte de ese 30% de personas que acaban con el síndrome postvacacional nos recomiendan prevenir para que la vuelta a la rutina laboral no sea traumática y acabemos deprimidos.

Entre sus recomendaciones, no hay que hacerse mala sangre y pensar en las cosas buenas del día a día, evitar cargarse de trabajo y responsabilidades los primeros días e ir poco a poco.

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También aconsejan conservar las buenas costumbres de las vacaciones, regalarnos cada día unos minutos para leer, pasear, sentarse en una terraza.

Y para que la frustración no nos queme, relativizar y pensar en el próximo puente.