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Sigue la calma tensa entre Moscú y Kiev. Rusia insiste en que "no va a atacar a nadie", pero acusa a la OTAN de "incendiar el conflicto en Ucrania". Dicen que consideran "inaceptable incluso la idea de una guerra". Ahora mismo, acumulan más de 100.000 soldados rusos cerca de la frontera con el país vecino.

Tropas y tanques rusos que se han dirigido a Bielorrusia para realizar ejercicios y que se encuentran también en la zona de Donetsk, controlada por los rebeldes, y de Crimea, de la que, recordemos, se apoderó Rusia en 2014.

Este sábado Moscú ha anunciado que esos ejercicios van a concluir y que las unidades desplegadas van a regresar a sus cuarteles habituales.

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Dada la inmensidad de recursos que tiene que mover Moscú, los expertos creen que la guerra no es inminente. “Creo que la invasión va a ser a mediados o finales de febrero", ha asegurado el ex director de asuntos europeos del Consejo de Seguridad de EE.UU, Alexander Vindman. "Es mi evaluación de los preparativos necesarios para llegar a una ofensiva de esa envergadura”, ha añadido. Las amenazas occidentales de severas restricciones contra Rusia en caso de que Rusia invada Ucrania, están poniendo a prueba su economía. Al 63% de los rusos les preocupan esas sanciones. Unas sanciones que igualmente van a afectar a la Unión Europea. Las empresas ya se están preparando, sobre todos aquellas que exportan a Rusia o dependen de la energía de Moscú. Este sábado por la tarde, en Kiev, miles de ucranianos se han vuelto a reivindicar. Han aprovechado una marcha conmemorativa de los cadetes que murieron en 1918 luchan contra el Ejército Rojo ruso defendiendo la capital. “Fue la primera manifestación del heroísmo de los patriotas ucranianos, dice Georgi Lukenchuk, contra nuestro enemigo primordial, Moscú”. Civiles y militares han participado en el homenaje depositando flores en las tumbas de los jóvenes soldados.

Francia y Alemania

El ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, irá a Ucrania el 7 y el 8 de febrero próximos junto a su homóloga alemana, Annalena Baerbock, en un contexto marcado por las especulaciones sobre una posible invasión rusa y la voluntad de París y Berlín de mantener el diálogo abierto con Moscú.

Pendientes de la diplomacia para rebajar la tensión en Ucrania

En su cuenta de Twitter, Le Drian explica que garantizó a su homólogo ucraniano, Dimytro Kuleva, "nuestro pleno apoyo y solidaridad", y anunció su visita junto a Baerbock a ese país."Nuestra movilización continúa, en particular en el formato de Normandía, para la desescalada de las tensiones", añadió.

El formato de Normandía alude a la instancia de negociación entre Rusia y Ucrania, en la que también están Francia y Alemania, por el conflicto en la región separatista del Donbás, que tiene una importante población rusófona y que recibe un apoyo más o menos explícito de Moscú.

Es en ese formato en el que se intentan mantener vivos los acuerdos de Minsk que establecen un alto el fuego frágil en la línea de demarcación entre las tropas ucranianas y las milicias separatistas del Donbás, así como los procedimientos para buscar una salida duradera al conflicto.

¿Cuál es el detonante del conflicto entre Rusia y Ucrania?

El presidente francés, Emmanuel Macron, mantuvo este viernes una conversación telefónica con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la que más allá de constatar sus divergencias de fondo sobre el conflicto en Ucrania, se comprometieron a continuar el diálogo y buscar la distensión.

Horas después, Macron habló también con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, al que informó de sus discusiones con Putin, y con quien igualmente convinieron, según el Elíseo, en "continuar los esfuerzos en favor de la desescalada y del diálogo" en el marco del formato de Normandía.

El presidente francés manifestó a Zelenski "la plena solidaridad de Francia" y su "determinación para preservar la integridad territorial y la soberanía del país en un contexto de volatilidad".

Suministro de gas

El presidente de EE.UU., Joe Biden, ha acudido a Catar y otros de sus aliados en Oriente Medio, Asia y el norte de África para ayudar a la Unión Europea (UE) a aumentar sus reservas de gas natural ante la posibilidad de que Rusia corte el suministro de energía por la crisis en Ucrania.

Biden recibirá el lunes en la Casa Blanca al emir catarí, Tamim bin Hamad al Zani, con quien hablará sobre cómo garantizar la estabilidad de los suministros globales de energía, informó esta semana la Casa Blanca.

El encuentro no es casual y llega después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, conversaran esta semana con el emir catarí para expresarle su deseo de reforzar la alianza energética con ese país, al que consideran un "socio fiable".

Actualmente, Catar es el cuarto mayor proveedor de gas natural de la UE con un 5,2 % de todas las compras de este recurso, por debajo de Argelia (8 %), Noruega (16 %) y muy lejos de Rusia (41%), de quien el bloque comunitario también depende para el abastecimiento de crudo, según datos de Eurostat de 2019.

El gas natural ruso es fundamental para calentar buena parte de los hogares europeos en invierno, así como para la generación de electricidad y la producción industrial.