El supertifón Saola ha tocado tierra esta mañana en el sur de China, con lluvias intensas y fuertes vientos, dejando ya un rastro de destrucción en las ciudades de Hong-Kong y Macao. Millones de personas han tenido que tomar medidas de precaución, y más de 800.000 han sido evacuadas en la región de Cantón.
Aunque al tocar tierra Saola ha sido degradado de supertifón a tifón severo, sigue siendo muy peligroso y de hecho es el de mayor potencial destructivo desde 1949
El observatorio hongkonés había advertido de ráfagas de hasta 220 kilómetros por hora, y recomendado a los habitantes a no salir de sus casas.
"Mucha gente dice que este tifón es muy fuerte, dice Shirley Enge, vecina de Hong Kong y la gente ha estado almacenando alimentos. Espero que todo el mundo se mantenga a salvo".
Cincuenta personas han resultado heridas, alcanzadas por la caída de árboles o cristales de las ventanas, arrasados por la furia del Saola.
780.000 vecinos de la región de Cantón han tenido que ser evacuados. Más de 80.000 embarcaciones han regresado a los puertos para refugiarse.
"Todos los pueblos y comunidades residenciales de nuestra ciudad, asegura Huang Ki Ue, funcionario de ciudad de Dongyon, han abierto refugios temporales y han preparado artículos de primera necesidad para los evacuados."
460 vuelos han sido cancelados, dejando a más de 300 personas atrapadas en el aeropuerto internacional de Hong-Kong. Han cerrado comercios y escuelas.