El Hipódromo de La Zarzuela acogió a sus primeros 1.500 espectadores
Desaparecen provisionalmente las ventanillas de juego
El cobro de los premios en efectivo sí podrá realizarse en ventanilla
Las carreras de caballos, en el escenario del Hipódromo de la Zarzuela de Madrid (HZ), han sido esta mañana el primer deporte en acoger espectadores en las gradas una vez finalizado el estado de alarma y con el visto bueno de las autoridades. Con un aforo reducido hoy a un 60%, lo que equivale a una asistencia de 2.500 personas, han sido finalmente 1.500 los aficionados que se han acercado al recinto de la Cuesta de las Perdices.
A pesar de la ansiedad de muchos aficionados, que no habían podido asistir in situ a un día de carreras desde el domingo 8 de marzo, última reunión disputada con público a causa de la crisis sanitaria por el coronavirus, no se formaron las habituales largas filas de personas entre el aparcamiento y las puertas del hipódromo.
Para evitar esas posibles primeras aglomeraciones en las taquillas anexas a las puertas del recinto todos los aficionados habían debido adquirir su entrada vía internet.
Una vez abiertas las puertas, desde una hora antes del inicio de la primera carrera, a las 10 de la mañana, no se permitía el acceso a ninguna persona que no usase mascarilla, obligatoria para permanecer en el hipódromo tanto para el público como para todos los profesionales (jockeys, entrenadores, comisarios…) y personal del recinto.
Una vez en el interior, a través de la megafonía se informaba de manera cíclica sobre las normas de comportamiento a cumplir. Avisos que se podían escuchar, por ejemplo, mientras se desayunaba en alguna de las terrazas habilitadas en los jardines, detrás de las tribunas.
Satisfacción
El presidente de Hipódromo de la Zarzuela, Álvaro de la Fuente, se mostraba satisfecho al término de la jornada: “Se han cumplido todas las normas, todo el protocolo. En lo que hemos puesto especial énfasis es en asegurar que todos los asistentes utilizasen mascarilla”.
“Para espaciar lo más posible a los espectadores, decidimos reducir rebajar el aforo incliso por debajo del máximo permitido. Hemos recibido 1.500 visitantes, lo que unido al personal, profesionales, comisarios, etcétera, compone un total de 2.000 personas presentes en el hipódromo”, apuntaba el dirigente.
Medidas de seguridad
Las medidas para controlar el flujo de los asistentes y evitar posibles contagios son variadas. Las entradas, por ejemplo, únicamente se podrán adquirir a través de la venta online (no se abrirán taquillas físicas en el hipódromo).
Todos los presentes con mascarilla (excepto los niños menores de seis años) y con higiene a través de los geles hidroalcohólicos.
Respecto al juego, desaparecen provisionalmente las ventanillas de juego. Únicamente estará disponible la posibilidad de adquirir bonos de apuestas que podrán ser empleados en máquinas autoservicio. El cobro de los premios en efectivo sí podrá realizarse en ventanilla, dinero que será desinfectado antes de su entrega al cliente.
Están abiertos algunos puntos de restauración en los jardines del hipódromo donde se recomienda el pago con tarjeta de crédito. Las actividades infantiles, sin embargo, no se abrirán todavía al público.
El programa de carreras ha contado con cinco pruebas y ha concluido con el premio Asociación de Hipódromos como cita principal.
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