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La Catedral de la Almudena va a estrenar en unos días una nueva alfombra tejida en la Real Fábrica de Tapices. Un diseño único que no volverá a repetirse.

La Real Fábrica ha recuperado una antigua tradición, el corte de los hilos. En el siglo XVIII nace esta ceremonia con el corte de la alfombra. Es el penúltimo paso de un largo proceso que se inicia con un boceto.

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Una vez aprobado, el diseño se pasa a tamaño natural para empezar a trabajar en el telar. Esta alfombra está hecha con los llamados nudos turcos.

55 metros cuadrados es su extensión, un tamaño que ha hecho que la Real Fábrica de tapices la monte en dos telares distintos para hacer más fácil su transporte.

Su instalación se terminará en la propia catedral. Una alfombra que es única, porque en la Real Fábrica de Tapices no se repiten los diseños.