Vídeo: REDACCION | Foto:Telemadrid
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Una unidad de la Policía Nacional se dedica a perseguir la trata de mujeres con fines de explotación sexual. Esa unidad asegura que ha detectado que la prostitución abandona la calle y los clubs de alterne para esconderse ahora en pisos burdel. Calculan que en Madrid hay más de 1.000.

Unos pisos que dificultan, dicen, el trabajo policial y dejan más indefensas a las víctimas, a las que las mafias ofrecen falsos trabajos en servicios o como acompañantes de lujo para captarlas.

Les exigen unos seis mil euros por el viaje, una deuda que sube con el alquiler y la manutención, mientras las mantienen encerradas en los pisos burdel que e anuncian en páginas especializadas.

Liberadas cinco mujeres, explotadas sexualmente en un chalet de Madrid

Otra novedad es la incorporación de nuevas tecnologías para controlarlas. Unas mujeres que se ven, en muchos casos, abocadas a vender y consumir drogas con sus clientes.