La lengua como indicador de salud: puede detectar varias enfermedades y deficiencias

La lengua puede convertirse en un órgano fundamental para poder detectar enfermedades. Patologías como la diabetes, la celiaquía o, incluso, la leucemia pueden descubrirse en la boca, aunque requieren, eso sí, de otras pruebas para asegurar un diagnóstico.

No sólo la lengua: los dientes, las encías o la garganta pueden darnos determinadas señales de aviso. Así, la cavidad bucal es un microcosmos de información sobre la salud, por lo que es recomendable analizar el aspecto de la lengua, su textura y color, que pueden variar de persona a persona y experimentar cambios normales, pero pueden indicar la presencia de una patología subyacente.

A continuación, se presentan algunas de las señales que podrían ser una ventana a nuestra salud:

Un revestimiento blanco o amarillo podría indicar problemas de higiene bucal, mientras que una capa gruesa y blanca sobre la lengua podría señalar candidiasis. Una lengua pálida puede estar vinculada a deshidratación o deficiencias vitamínicas, y un tono rojo o abultado podría sugerir escarlatina.

Las grietas en la lengua podrían facilitar infecciones, y una apariencia negra y velluda podría ser consecuencia de mala higiene, tabaco o reacciones medicamentosas. Llagas y bultos pueden originarse por diversas razones, como lesiones o estrés. La sensación de picazón o ardor puede ser el Síndrome de la Boca Ardiente. Prestar atención a estos indicativos y mantener una higiene bucal adecuada es crucial para la salud bucodental y general.

Los expertos recuerdan que mantener la lengua limpia es esencial para prevenir problemas y mal aliento. La higiene lingual, combinada con una buena higiene bucal en general, puede marcar la diferencia en la detección temprana y la prevención de enfermedades. Recuerda que la salud bucal no solo afecta tus dientes, sino también tu bienestar general.