Vídeo: REDACCION | Foto:Telemadrid
(Actualizado

Vivir o tener un negocio en Tirso de Molina se está convirtiendo en una auténtica pesadilla. La Policía ha aumentado los controles tras las nuevas denuncias por apuñalamientos, suciedad y robos. Hay más agentes de patrulla, pero sobre todo, policía secreta y los vecinos comienzan a notarlo.

Hace una año que asesinaron a Concha en su mercería. Tan sólo un mes después otro hombre era apuñalado en plena plaza. Y las reyertas continúan, sobre todo cuando cae la noche.

Incrementan los robos con la llegada de turistas en Lavapiés

Hasta los comerciantes, hartos de tantos robos, respiran algo aliviados por la presencia suciedad. Aunque aseguran que hoy todavía les aconsejan a sus clientes, que no se dejen jamás el teléfono sobre la mesa.

Pero no solo se trata de inseguridad. La degradación de la zona se nota a cada paso. Charo tiene su casa en plena plaza de Tirso de Molina. Su portal es el urinario de la zona para los habituales que campan a sus anchas. Y tiene claro quién es el culpable.