Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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La urbanización de El Pocero, en Seseña, ha pasado de estar vacía y no venderse ni una casa a estar a reventar. Francisco Hernando empezó a construir esta macrourbanización hace casi 20 años. Fue para muchos un símbolo de la burbuja inmobiliaria.

Ahora está llena de familias, negocios e incluso se empiezan a construir nuevas viviendas. Lo que parecía un desierto en medio de la nada ahora es una gran urbanización con todo lo indispensable para vivir. "Ya han hecho el instituto y ahora empezarán con el centro de salud", dice una vecina.

Grandes pisos y precios que aunque comienzan a aumentar siguen siendo muy competitivos. "Una vivienda de dos dormitorios, con su piscina, garaje y conserje, anda por los 135.000 euros", comenta una empleada de una inmobiliaria.

Esto hace que cada vez más familias decidan invertir en El Quiñón. "En Madrid esto no lo encuentras", señala un vecino, "estás cerca de Madrid pero con más tranquilidad".

A día de hoy siguen las construcciones de nuevos bloques residenciales e instalaciones para la zona, ubicada cerca de la A-4, ya en la provincia de Toledo.