Las implicaciones de Illa en el caso Koldo
El exministro de Sanidad pagó 200 millones en mascarillas a una empresa de Hong Kong que China no recomendaba
Pagó también36 millones con un sobrecoste de 21 millones de euros por unos respiradores a la fábrica Hersill en Móstoles
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La trama Koldo sigue marcando la actualidad política, y también las próximas citas electorales. Salvador Illa ya ha confirmado que será el candidato del PSC a los comicios catalanes del 12 de mayo. Illa, es uno de los implicados en la trama.
Según se desprende del sumario, el que fuera ministro de Sanidad autorizó un megacontrado de 2.500 millones de euros para mascarillas, encargado dos lotes a Soluciones y Gestión, la empresa de la trama pese a que su precio era hasta 7 veces más caro que los competidores.
Illa dio el visto bueno a esta empresa que también fue contratada por otras administraciones siempre socialistas. Ministerios y gobiernos autonómicos como Baleares, Extremadura y Canarias. La empresa pasó de facturar 0 euros a 53 millones en menos de un año. Es parte de lo que se conoce ya como la Koldoesfera, con muchas ramificaciones y conexiones.
Pero al margen de la trama Koldo, Illa pagó 200 millones en mascarillas a una empresa de Hong Kong que China no recomendaba. Los representantes de Hong Kong Travis Asia habían sido multados por blanqueo de dinero y las mascarillas adjudicadas no llegaron a tiempo.
China compartió entonces con el Ejecutivo de Sánchez un listado de empresas fiables, una guía para orientarse en un mercado casi infinito. Pero Illa hizo caso omiso, compró a una empresa que había sido multada por China. El Ministerio de Sanidad firmó el contrato en marzo de 2020 y las mascarillas compradas no terminaron de llegar hasta enero de 2021.
Pero hay más, también fuera de la trama, Illa pagó 36 millones con un sobrecoste de 21 millones de euros por unos respiradores a la fábrica Hersill en Móstoles.
El Ejecutivo encargó la fabricación de 5.000 respiradores durante la pandemia..El propio Sánchez acudió con él en visita oficial. Un sobrecoste de 21 millones que está en paradero desconocido y que investiga la UDEF de la Policía Nacional.
Esta investigación es un nuevo frente para el Gobierno. En paralelo a la trama de mordidas del caso Koldo.
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