Justo el año que viene, en 2024, se cumplirán 20 años de estos atentados y, según denuncia la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, si nada cambia en las leyes, los delitos relacionados con ellos prescribirán. Es decir, el posible autor intelectual podría quedar impune.
Los atentados que provocaron 192 muertos y cerca de 2.000 heridos, siguen rodeados de interrogantes diecinueve años después, en especial en lo que se refiere a los inductores, los autores intelectuales, los que estaban detrás, los que los ordenaron los atentados, en definitiva. La propia sentencia reconoció desconocerlos. Si la sentencia dictada en octubre de 2007 hubiera calificado el 11-M como un delito de lesa humanidad, se habría evitado la prescripción. De modo que si nada lo remedia, el 20 de marzo de 2024 los atentados de Madrid habrán prescrito.
La Audiencia Nacional ha abierto una puerta para que los atentados no prescriban. En un auto en el que se confirma la imputación del exjefe de ETA, Iñaki Gracia como presunto inductor del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, la Sala de lo Penal ha tomado en consideración el argumento de Dignidad y Justicia, acusación particular, que afirma que el Convenio Europeo de Derechos Humamos declara que no prescriben los atentados terroristas y crímenes de lesa humanidad perpetrados entre diciembre de 1990 y diciembre de 2010.