Los sueños rotos de Laura ante los problemas para sacar su negocio adelante

De los 500 centros de ocio infantil que hay en Madrid, más del 30 por ciento han cerrado sus puertas. Dicen que aunque cumplen las medidas de seguridad, no pueden luchar contra el miedo. Y piden ayuda urgente.

Sin clientes, algunos mantienen un centro de ocio infantil a duras penas. Otros autónomos y pequeños negocios de este sector no pueden hacerlo. Tienen todos sus ahorros invertidos.

Laura Lorente recoge la piscina de bolos a la que los padres ya no se atreven a traer a sus hijos.

"No recibo ninguna ayuda"

“He tenido que buscar un trabajo por cuenta ajena por los gastos que tengo y no recibo ninguna ayuda” lamenta. “Estamos hablando de alquileres de 2.000 euros” dice otro de los consultados.

“Malvendiendo todo lo que se puede. Raro es el chaval de 20 años que no haya pasado por aquí a celebrar su cumple” recalca Cristina, que llevaba 16 años de éxito en su negocio y ahora no le ha quedado más remedio que pensar en el cierre.

Sueños rotos y situación crítica para los centenares de centros de ocio infantil en Madrid.