Santi sufre visión borrosa en el ojo derecho: "Prácticamente es como si no viese nada".
Lía tiene una enfermedad degenerativa, una discapacidad visual. Es fisio y hace vida normal pero corre con perro guía.
“El deporte inclusivo hay que tratarlo con la total normalidad. Participar y disfrutar el momento no tiene nada que ver con ninguna discapacidad” dice Santi.
“En niños el deporte inclusivo contribuye a la no discriminación en las escuelas, entre los propios críos” asegura Lía.
Ambos disfrutan de las carreras y del ambiente en la línea de salida. Una sensación y motivación que transmiten en su día a día.