Los agricultores españoles, con la soga al cuello por la brutal escalada de precios

La escalada del precio de los combustibles y el de la luz también está repercutiendo directamente a los agricultores. De "situación dramática" la califican desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos.

Aseguran que el año pasado pagaban por el kilovatio de luz 13 céntimos y que este año pagan justo el doble: 26. Por dos se ha multiplicado también el precio del fertilizante, del abono nitrogenado: de los 200 euros la tonelada en 2021, a los 400 euros la tonelada en este 2022. Y lo mismo pasa con el gasóleo B que usan para los tractores: de 76 céntimos el litro el año pasado al casi euro y medio de éste. Unos precios que, ahora mismo, advierten, son insostenibles.

Arrancar un un tractor agrícola cuesta hoy el doble que el año pasado y fumigar las plantaciones, o abonarlas es igual de caro. Lo mismo que encender los aspersores de riego.

Los agricultores no pueden con los gastos. Venden sus productos en MercaMadrid al mismo precio que hace años, y no les queda margen de beneficio. En Fuenlabrada las plantaciones son principalmente de hortalizas y muchos agricultores están pensando abandonar el negocio porque no tienen más que pérdidas.

La pasada nevada Filomena dejó los campos arrasados y muchos han invertido dinero para reparar los campos e invernaderos que no van a poder amortizar. Sobre todo con las subidas de precios que van a provocar que muchos agricultores dejen de trabajar la tierra. De ser así, nos podríamos encontrar con desabastecimiento de productos básicos.