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En Aranjuez, este sábado han recreado el oficio de los gancheros en las aguas de su río, un peligroso oficio desaparecido ya aquí en Madrid, que consistía en el transporte de troncos de madera por el río Tajo. Se encargaban los hombres del lugar, y podían ser hasta tres mil.

Recuperar las tradiciones

Había que construir complejas estructuras sobre el río, para ‘encauzar’ la madera. Y después, desmontarlas. Un trabajo que se iniciaba en el mes de marzo con la crecida de los ríos por el deshielo. La última ‘maderada’, como se conocía a esta tradición, se celebró en 1936.

Los gancheros comenzaban a trabajar en el mes de marzo con el deshielo

En la época de máximo esplendor, se llegaron a transportar por hasta 100.000 troncos al año. Muchos pasaron a formar parte del patrimonio de Aranjuez. Algunos troncos, de hecho, terminaron en importantes construcciones, como el Palacio de Aranjuez.

Ahora, una asociación de este municipio quiere recuperar este oficio y enseñárselo a los más jóvenes.