Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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Cada vez en Lavapiés hay más pisos turísticos y cada día aparecen pintadas en las fachadas denunciando estos establecimientos. Los más perjudicados son los mayores. Dicen que se sienten aislados, que no conocen a nadie. Miran con nostalgia su nueva realidad.

Hace ya tiempo que Lavapiés no es lo que era. Los pisos turísticos están rematando al barrio. Pintadas contra esta nueva situación empiezan a proliferar por los edificios. El trasiego permanente de gente ha dejado a los vecinos de toda la vida solos en esta jungla turística.

Con esta demanda, el precio de la vivienda no deja de subir. Las tiendas desaparecen y abren bares y restaurantes para los turistas ocasionales. Con cartas en inglés. Los precios también son para ellos. Hay locales que venden los cafés a 4 euros.