Los vecinos de Lucero piden cámaras de forma urgente contra los narcopisos, aseguran que la venta de droga se está extendiendo y que es muy fácil ver jeringuillas en sus calles. Porteros rotos, puertas que no cierran y luces que no tienen ni bombilla, así es el día a día en la calle Cullera asediada por nacopisos.
Los vecinos están atemorizados y tienen miedo por lo que se pueden encontrar en las escaleras y portales al salir y al entrar de sus casas.
El Ayuntamiento de Madrid asegura que no se han instalado ya porque "no es posible acortar los plazos de la normativa" y se hará "a finales de 2025".
La vicealcaldesa y portavoz de Seguridad y Emergencias, Inma Sanz, también ha indicado que seguirá reforzando la presencia policial, que ya ha dado sus frutos en forma de detenciones y denuncias, para apostillar que "la mayor parte de las cosas importantes que hay que hacer para que la situación en la calle Cullera se pueda solucionar dependen del Gobierno de España".
Se trataría, ha enumerado, de acometer cambios legales con respecto a la okupación y la reincidencia en los delitos.