El consejero de Educación, Enrique Ossorio, ha advertido de que el adelanto del proceso de admisión de alumnos en Madrid para el curso escolar 2021/22 para sortear la ley Celaá es “el primer paso de otros muchos” que dará el Gobierno regional, “siempre dentro de la más estricta legalidad y constitucionalidad”.
La Comunidad de Madrid ha explicado hoy que la nueva ley educativa contempla que los procesos de admisión de alumnos para el próximo curso aprobados antes de su entrada en vigor puedan desarrollarse conforme a la normativa vigente, lo que permite disponer de tiempo suficiente para realizar “retrasar un año la aplicación de los cambios en materia de admisión” en la región.
En declaraciones remitidas a los medios, el consejero ha señalado que es preferible que sean los padres los que elijan el centro dónde van a ir sus hijos y no “que sean las administraciones públicas o la ingeniería social”.
“Este es el primer paso de otros muchos, estamos radiografiando la ley para que dentro de nuestras competencias de gestión, que son muy amplias, como las de cualquier otra comunidad autónoma, tomar aquellas decisiones que son buenas para los alumnos de Madrid”, ha recalcado.
Asimismo ha recordado que la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, anunció una ley educativa con la misma finalidad, es decir, “aplicar las resoluciones del Tribunal Constitucional en todo el margen que tenemos, siempre dentro de la más estricta legalidad y constitucionalidad”.
En su opinión, la ley Celaá va en sentido contrario a la calidad educativa y permitirá promocionar de curso con suspensos. "Nosotros, dentro de nuestro margen, vamos a hacer que eso no sea así”.
Ossorio ha insistido en que es de “perogrullo” que los padres puedan elegir para sus hijos el centro educativo que desean y ha dicho que tampoco se admitirá, “ bajo ningún concepto”, que se vacíen los centros de Educación Especial “por tanto vamos a dictar las normas precisas para que eso no suceda”.