Vega López, de Alcalá de Henares, sufre una encefalopatía epiléptica, todavía sin catalogar. Por el momento no responde a ninguna medicación y necesita una terapia para la que todavía no tiene plaza.
Sus padres lo solicitaron y está concedida desde el mes de agosto, pero aun no les han dado plaza. El dinero para el logopeda y la estimulación cognitiva que impiden que Vega empeore tiene que salir de unos bolsillos ya vacíos.
Han organizado mercadillos solidarios y en febrero recaudarán fondos con una obra de teatro infantil. Todo a la espera de una terapia gratuita de atención temprana que ya llega tarde.