Vídeo: EFE | Foto:Telemadrid
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La nueva Ley Hipotecaria arranca formalmente mañana, día 17 de junio, con el precio medio de los préstamos en el 2,39% TAE, su cota máxima desde el año 2015 tras haber protagonizado una escalada en los últimos meses

La reforma de la norma hipotecaria que ahora entra en vigor tiene su origen en la transposición de una directiva sobre el crédito inmobiliario que debía haberse incorporado al ordenamiento jurídico hace más de tres años y por cuyo retraso Bruselas amenazaba a España con una multa diaria de 105.991 euros.

Extremar la protección del consumidor y acabar con la inseguridad jurídica

Al haberse elaborado la norma en plena avalancha de litigios por distintas cláusulas hipotecarias, el texto final es mucho más ambicioso del europeo e incorpora aspectos propios con intención de extremar la protección del consumidor y acabar con la inseguridad jurídica, en beneficio del cliente y de la entidad que debe prestar el dinero.

Además de ahorrar costes a los clientes, pone especial énfasis en la transparencia e información previa a la contratación. Con la nueva ley, el banco deberá dar traslado de toda la documentación al notario con, al menos, diez días de margen para que asesore de forma gratuita al cliente antes de que proceda a la firma de la operación.

Exigirá al banco un estudio de solvencia del cliente antes de otorgarle préstamo

Por otra parte y bajo el objetivo de mejorar la comercialización, exigirá al banco un estudio de solvencia del cliente antes de otorgarle préstamo o le obligará a señalizar, incluso, de manera clara y con diferente tipografía las cláusulas más conflictivas.

La ley limitará también los intereses moratorios, obliga a la conversión de las hipotecas multidivisa y topa las comisiones de amortización anticipada cuando el repago se produce antes de lo estipulado.

Por otra parte, no es retroactiva y aquellas personas que ya tengan un préstamo en vigor no podrán ahorrarse los costes ahora eximidos, pero sí beneficiarse de otros aspectos. Por ejemplo de las comisiones inferiores y ahorro en gastos en caso de subrogación del préstamo o de las nuevas reglas a la hora de poner en marcha una ejecución hipotecaria en caso de impago.