Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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La Policía Municipal de Madrid vigila la entrada y salida de los centros escolares para velar por la seguridad de los menores recién salidos de clase. Son los ojos de los servicios sociales en la calle, donde recataron a 204 menores desamparados y solos.

A veces van de uniforme, otras vestidos de paisano. El curso pasado detectaron a 224 menores haciendo pellas e intervinieron en 158 incidentes violentos entre escolares.

Otras veces el absentismo esconde conflictos familiares. Hay padres divorciados que "no llevan al menor a clase para hacerse daño mutuamente, porque le toca recogerlo al otro", señala una de las agentes.