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En la Comunidad de Madrid trabajan 15.000 conserjes y porteros de fincas. Son 5.000 menos que hace diez años. Han sido un sector clave en la Filomena o la pandemia, sobre todo para los más mayores. Acaban de recibir la Gran Cruz del 2 de mayo en reconocimiento a su cercanía y su apoyo a los vecinos.

Eduardo ha sido uno de los porteros madrileños que ha sido reconocidos. Llegó al oficio por recomendación y lleva varios años en la finca del Parque de las Avenidas. Cada vez quedan menos que vivan en las fincas, por lo que la figura del conserje va ganando terreno.

Emotivo acto en la Real Casa de Correos con la entrega de las Grandes Cruces de la Orden del 2 de mayo

A lo largo de los años que los que se van jubilando no han sido reemplazados y que su trabajo está en peligro de extinción, sobre todo en el extrarradio, aunque permanece aún en muchos edificios del centro de Madrid como Chamberí, Salesas o Salamanca.

Son un vecino más y para muchos la tranquilidad y la sonrisa que reciben al entrar a sus portales"