Las personas que vayan a tratarse de ludopatía al Hospital Gregorio Marañón tendrán que pasar por delante de una casa de apuestas deportivas que abrirá sus puertas a 300 metros del centro hospitalario.
Los vecinos del barrio del retiro aumentan sus quejas porque, además, en un radio de 500 metros alrededor del local hay hasta ocho centros escolares.
Muchos temen que el dinero del bocadillo se lo gasten en apuestas de un euro. Los vecinos están hartos y lucharán porque esa casa de apuestas nunca llegue a abrir sus puertas.