Siguen avanzando las tropas rusas, modificando el perímetro que ya controlan de Ucrania. Este domingo han entrado en Jarkov, segunda ciudad rusa que se suma a Mariupol, y sigue la ofensiva sobre la capital Kiev, que se resiste por segundo día el intento de asalto. Mientras, las topas de Putin singuen entrando también por el sur, desde Crimea.
Cuarto día de la invasión, y el Ejercito de Ucrania aguanta, aunque admite que se agrava el cerco a Kiev. “Defenderemos nuestro hogar, dice Oksana Markarova, embajadora de Ucrania en EE.UU, no nos rendiremos”.
Muchos vecinos de Kiev han pasado la noche en refugios subterráneos de la capital. Por la mañana han salido a comprar en las pocas tiendas que quedan abiertas, donde se han formado largas colas. El toque de queda se mantiene hasta el lunes.
“Las cosas no están saliendo como Putin quiere, ni mucho menos, dice el premier británico Johnson. Los ucranianos están luchando heroicamente”.
En un ataque con misiles, tropas rusas han destruido un depósito de petróleo en Kriaki, a 35 kilómetros de Kiev, que ha estallado en llamas.
En Oktirka, la artillería ha destruido este edificio. Los bomberos buscan supervivientes entre los escombros.
En Donés, controlada por los separatistas, se han producido bombardeos que han dañado varios edificios. “En solo una hora se han producido decenas de explosiones”, dice Victor Kudriasev.
En Dnipro, en el sureste del país, los civiles se registran para luchar. “Al principio tenía mucho miedo, dice Daria Taran, pero ahora estamos dispuestos a pelear como locos”, “En mi opinión, dice Sergei Sildiv, un ucraniano vale por lo menos como siete soldados rusos”.
En Karkiv un donante de sangre ha muerto, y tres han resultado heridos en un bombardeo. La unidad se ha trasladado al sótano donde, trabajando las 24 horas, reciben 350 donantes diarios.
El presidente de Ucrania, Zelenski, rechaza mantener conversaciones de paz en Bielorrusia al considerar que este país apoya la agresión. Francia se ha sumado a EE.UU y ha ofrecido ayuda al presidente, al entender que su seguridad personal está en cuestión.
Putin, en una felicitación a las fuerzas especiales rusas, ha vuelto definir la invasión como “una operación especial para prestar ayuda a las repúblicas populares del Donbás.