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Los vecinos de la calle Fortunata y Jacinta, en el barrio de Tetuán no pueden más. Denuncian que no pueden dormir por culpa de una discoteca sin licencia en los bajos de su edificio. La situación -dicen- es insostenible.

Ni las ventanas cerradas ni los tapones son suficientes. Por si fuera poco, al local se le suman autobuses-discoteca en la puerta del edificio con música a todo volumen y hasta megáfonos.

El local tiene licencia de restaurante con espectáculo, no de discoteca pero los viernes y sábados hay música toda la noche, hasta las 7 de la mañana.

Y cuando parece que acaba la fiesta, empieza otra, la de la iglesia evangélica, que los domingos ocupa el local durante todo el día.

Los vecinos acumulan dencuncias y expedientes sancionadores desde 2014. Han logrado cerrar el local en varias ocasiones pero aseguran que no pueden más