Siempre ha querido pasar desapercibido pero se ha convertido en uno de los personajes más públicos de España. El comisario Villarejo está en boca de toda la clase política y sus presuntas grabaciones son la munición que alimenta el debate entre partidos.
El comisario José Villarejo procura camuflar su imagen. su ambiente natural es la penumbra en la que siempre ha desempeñado su labor: la pública como comisario de policía, la privada como investigador y su puesto experto en seguridad.
Comisario en el país vasco hasta los años 90, se gana a pulso la fama de policía duro y correoso. no hace amigos. Comienzan sus problemas con asuntos internos. a esa época pertenece su primera gestión en el lado oscuro. Colabora en el llamado informe Veritas, un dossier confidencial sobre algunos personajes públicos, entre ellos el juez Garzón.
Inicia entonces una aventura en solitario. Empresario, investigador, confidente en la sombra, el hombre clave al que recurrir para asuntos discretos. Su nombre salpica algunos escándalos turbios. el pequeño Nicolás, la mafia china, el ático de Ignacio González , la trama Gúrtel.
Durante el mandato de Jorge Fernández Díaz como ministro de Interior, Villarejo asume la condición de agente encubierto. integra la llamada brigada política orientada a desprestigiar a dirigentes independentistas. Según él, por orden de la Dirección General de la Policía.
Y llega el caso Corina. La princesa alemana evidencia su relación con el Rey emérito ante la grabadora oculta de Villarejo.
Es el primer asalto con el que Villarejo libra su combate para eludir la prisión. Desde hace un año permanece en la cárcel de Estremera. Fue condenado por cohecho, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.
Por orden de la juez Carmen Lamela, la misma que encarceló a Oriol Junqueras. Con él comparte patio en Estremera.
Sus grabaciones secretas se han convertido en el arma arrojadiza del debate político, pero su nombre ya es una marca tóxica asociada a la triple C: comisario, conspiración y cloaca. Solo él sabe si su silencio vale más que su palabra.