Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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Acostumbrada a los formatos clásicos de la pintura y la fotografía, Ouka Leele se enfrentó a un proyecto cuya apreciación final no es sencilla desde el punto de vista espacial.

Primero en tinta china, después coloreadas digitalmente. El proyecto llegaba a las 30 mujeres afganas encargadas de tejer, nudo a nudo, cada alfombra.

Lo más complicado, capturar el color

Hasta 8 meses de trabajo en los formatos más grandes. Los diseños contemporáneos no fueron un obstáculo. A veces, lo más complicado fue capturar el color.

La exposición Simorgh es un homenaje al trabajo de estas mujeres afganas, también un cruce entre el arte contemporáneo y una tradición milenaria.