Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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Las películas nos enseñaron a utilizarlas como lámpara con la que asustar a los niños , pero en Madrid hemos sabido cómo hacer propias las calabazas de Halloween, que, como los melones, vienen de Villaconejos.

En los campos de la comarca madrileña de las Vegas, las hectáreas de cultivo se reparten entre los tradicionales melones de Villaconejos y las calabazas que vemos estos días por todas partes, aunque al principio nos resultaran del todo ajenas.

"Yo el primer año la lié un poco. Como soy más de San Isidro que de Halloween, las corté todas y las corté sin rabo. Luego no valían las calabazas. Menudo Belén hice yo en poco tiempo" asegura un agricultor.

Y del campo a la frutería, donde de aquí a final de mes, las calabazas de Villaconejos comparten protagonismo con el resto de frutas y hortalizas.

Decoradas con pegatinas terroríficas

En tiendas de la comarca venden alrededor de medio centenar con sus pegatinas incluidas para decorarlas.

"Porque no tienen carne solo tienen pipas y la poquita carne que tiene, tiene mucha hebra y para cocinar no sirve. Si haces una crema con esta calabaza se queda muy hebrosa" asegura el frutero.

Así que, con un cuchillo y mucha maña, puede tallarlas y meter una vela dentro. ¿El resultado?. Una auténtica calabaza de Halloween digna de película de miedo, aunque made in Villaconejos.