Les vamos a contar la historia de Marina. Es un nombre inventado para proteger su identidad.
Tiene 40 años y un hijo de cinco. Durante seis años ha sufrido la violencia de su pareja.
Golpes, palizas, agresiones verbales. No está considerada víctima de violencia de genero porque Marina es lesbiana.
En lo que llevamos de año, en nuestra comunidad se han atendido 105 casos de violencia entre parejas del mismo sexo.
Muchos no se atreven a acudir a la policía. ¿Cómo denunciar que les ha pegado su pareja si, en muchos casos, ni tan siquiera han salido del armario?.
La violencia intragénero es un problema invisible en la sociedad actual. Las cifras son escasas y las instituciones parecen no preocuparse.
"Las víctimas se ven desamparadas institucionalmente"
Sin embargo, según un estudio de Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid el 60% de las personas encuestadas conocen a una víctima.
"No existen recursos. A veces se ven desamparadas institucionalmente. Llaman al 016 y no tienen respuesta" asegura Vanesa, del programa LGTBI de la Comunidad de Madrid.
Ante el desamparo de las víctimas, la policía municipal de Madrid trabaja para acabar con este vacío legal.
Entramos en uno de los pisos que atienden a víctimas de violencia intragénero . Ella es Clara, coordinadora psicosocial de este hogar de acogida.
Debido a los alarmantes datos que reciben, Arcópoli acaba de abrir un servicio de ayuda especializado en violencia entre parejas del mismo sexo.
Una situación muy grave. Muchas veces las víctimas primero tienen que desvelar su orientación sexual y después contar la violencia que han recibido.