Muchos vehículos han estado sepultados días y días bajo la nieve. Con las bajas temperaturas sufren los motores. Además, el hielo ha podido dañar los cristales y la carrocería. Por eso, lo primero es retirar la nieve y el hielo que se ha podido formar debajo con cuidad y después comienza la comprobación de que todo lo importante esté bien con una puesta a punto del vehículo.
Los expertos nos advierten que las bajas temperaturas podrían haber afectado algunos componentes, por lo que es necesario revisar el funcionamiento de la batería antes de emprender su viaje y comprobar algunos elementos que no suelen utilizarse durante el resto del año, como la calefacción o la luneta térmica.
Recomiendan utilizar anticongelante en el radiador y en el depósito del limpiaparabrisas y para salir a circular, si no queda más remedio, hacerlo con suavidad y mucha precaución. En caso de tener que frenar con placas de hielo, se puede hacer, sobre todo si el coche tiene ABS que impide el bloqueo de las ruedas.