Historias para volar de sus camas. Es lo que le pedían a José Luis los pacientes ingresados en el hospital temporal de Ifema. Ahora su bibliotecario publica una novela con el objetivo, dice, de curar.
Jose Luis regresa un año después al pabellón 9. Estuvo en el hospital para pacientes de coronavirus. Y aquí este escritor, convertido en voluntario, instaló una improvisada biblioteca con los libros que fue recopilando durante el confinamiento.
Doce meses después recuerda como el ambiente del hospital fue cambiando gracias a aquella biblioteca bautizada como ‘Resistiré’.
Inspirado en aquellos pacientes que con el tiempo se han convertido en amigos, ha nacido este libro.
Se titula ‘La isla de los habitantes sin nombre’. La biblioteca se cerró a la par que el hospital y los libros se donaron al Ramón y Cajal.
Este lugar vuelve a ser un pabellón donde hace un año, el coronavirus también se ayudó a vencer gracias al poder sanador de las palabras.