(Actualizado

Dar el primer paso cuesta. Reconocer la necesidad de ayuda de los servicios sociales es para muchos, un estigma.

Asegurar la privacidad de los usuarios es vital. Incluso las mamparas, ayudan a proteger sus identidades.

Aquí negocian condonaciones de deudas, aplazamientos, alquileres sociales. En casos de pérdida de vivienda, tratan de agotar la red familiar. Se les ayuda a tramitar una renta mínima de inserción, alternativas para reinsertarse en el mercado laboral.

Incluso, apoyo para atender a los más pequeños mientras las madres trabajan. Si la situación es de extrema vulnerabilidad, se adjudica el caso a una unidad de trabajo social de zona.

Pero desde aquí, lo tienen claro. Hay que acudir a ellos antes de que la situación sea extrema.Un paso para evitar caer en el pozo de la exclusión social.