Una pradera de San Isidro atípica, sin agua del Santo y con menos gente
No han faltado quienes han mantenido la tradición de visitar la ermita o hacer un picnic con las debidas precauciones
Amplio despliegue policial para evitar posibles aglomeraciones y botellones
Un San Isidro atípico con una pradera casi vacía, con menos puestos de venta de rosquillas y parpusas y, por supuesto, sin agua de la fuente milagrosa a causa de la pandemia. Aún así, muchos madrileños y madrileñas y también de fuera de la región tras decaer el estado de alarma, se han acercado a los alrededores de la ermita.
La ermita de San Isidro tiene limitado el aforo. Entre esto y el cierre de la fuente, este año no hay colas para visitar el templo. Mucha distancia en cualquier caso porque el objetivo es que para 2022 vuelva el San Isidro de toda la vida.
Algunas familias no han renunciado a la habitual comida en la pradera con mantel en el césped. eso sí con mascarillas y distancia de seguridad. Para evitar aglomeraciones puntuales, la Policía Municipal y la Nacional han montado un importante despliegue con más de 2.000 agentes.
De cara a la tarde y la noche, los efectivos seguirán patrullando el parque con la misma presencia para evitar posibles botellones.
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