Vídeo: REDACCION | Foto:Telemadrid
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50 linces ibéricos han muerto a mano de los cazadores furtivos. Más de 150 han sido atropellados en las carreteras de toda España. Todo ello, esquilma a una especie que se encuentra en peligro de extinción.

Pero los datos también arrojan cierta esperanza. Los nacimientos se han incrementado. Hace casi 20 años había tan sólo 94 linces en la Península Ibérica. Ahora, contamos con más de 1.000 ejemplares.

Un éxito para la conservación en España y en el mundo. Pero los ecologistas advierten que el lince ibérico no saldrá de la lista negra hasta que no alcance los 3.500 ejemplares en 2040. Y para eso hay que acabar con sus atropellos y la caza furtiva.

En Andújar, Jaen, superan los 600 ejemplares, y ocupan un lugar vital por su valor medioambiental y turístico.