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Las quitanieves no dejan de trabajar y ya han despejado buena parte de la nieve de las principales vías madrileñas, tras el paso de la borrasca Filomena, que ha dejado la mayor nevada en Madrid en 50 años.

Muchos vehículos permanecen aún atrapados en la M-40, especialmente en la zona norte, en la intersección con la autovía de Colmenar y la A-1. Unos 300 coches siguen "varados" desde el viernes pasado, aunque la circulación ya es posible, al menos en algunos carriles.