De generación en generación, la casa de Fernando está llena de recuerdos
En el programa 38 de ‘Toc, toc… ¿se puede?’, Flavia Bertolini viaja hasta Orusco de Tajuña y llama a la puerta de Fernando para descubrir su hogar, un lugar con un alto valor sentimental para él puesto que se trata del hogar familiar que ha ido pasando de generación en generación y él mismo con sus propias manos la ha convertido en su vivienda de ensueño.
Con una apariencia claramente rústica, donde predomina el uso de la madera natural, el barro o la piedra, también, se pueden observar otros materiales ajenos a este estilo como es el caso del acero cuya función es la de crear una capa de óxido impermeable al agua, facilitando el mantenimiento de la casa y conformando la vivienda un claro ejemplo de eclecticismo.
Este eclecticismo también se puede observar en los elementos decorativos de la casa de Fernando, como es el caso de la silla de montar de su padre o la olla de su abuela. Recuerdos de su infancia restaurados que ocupan un lugar muy importante en su hogar y que se añaden a otros elementos con un estilo más moderno como es el caso de la chimenea.
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