El actor Fernando Gil nos invita a una casa llena de recuerdos de una infancia feliz
Su casa de Valdemorillo le recuerda a su infancia. Una infancia muy feliz. Por eso ha querido conservar muchos de los elementos que estaban ahí cuando jugaba a interpretar y soñaba con príncipe o rey... sueño, por cierto, conseguido.
El actor Fernando Gil vive por temporadas en su casa de siempre, la casa que siempre fue de su familia. Se trata de una casa unifamiliar que bien podría ser un 'castillo' moderno, con su escalera 'misteriosa' y una ventana con forma de medio arco que comunica cocina con salón. Una terraza acristalada para las buenas comidas y por supuesto, un sótano 'bodega' con juegos y hasta barra para servirse un buen vino.
Una casa llena de recuerdos
El salón está repleto de recuerdos. y de curiosas anécdotas. "Yo es que soy un nostálgico", asegura, "He ido dejando objetos que han ido estando en mi familia en todas las épocas". "Ha sido una época muy feliz cuando era niño y todo esto tiene un espíritu que me reconforta, que me recuerda a cuando yo era niños".
Destaca un escritorio antiguo, donde, según dice, "tienen que salir cartas del siglo XVI". Precisamente en este escritorio es donde ha retocado el guion de su nuevo trabajo, el reestreno de su obra de teatro 'Bunkers', en el teatro Marquina.
Pero en el salón, guarda especial cariño por un reloj antiguo de pie que fue de su padre. "Una vez mi padre soñó que a su vez su padre le decía que en el reloj había guardado mucho dinero, y abrió el reloj y había escondido dinero de verdad. Pero eran pesetas, y ya no lo pudieron cambiar".
Anécdotas como esta invaden cada uno de los objetos y estancias de la casa. Fernando, que tiene una hija de siete años, es positivo, alegre, y le encanta las buenas comidas alrededor de una mesa llena de familiares y amigos. Pare ello, su lugar favorito es el comedor de una terraza acristalada junto al jardín.
La casa es ideal, dice Fernando, para trabajar. "Aquí lo bueno es que estás completamente aislado de todos los ruidos, y la verdad es que fluyen mucho las ideas". Las ideas... y las buenas comidas tradicionales, porque Fernando se confiesa 'cocinillas'. "Una de las cosas que más me gustan de mi madre es el pollo al ajillo y aquí es lo primero que aprendí y que a mi hija también le encanta".
Fernando nos enseña uno de sus dos 'secretos' favoritos de la casa. Se trata de una escalera de caracol a la que se accede tras una puerta ovalada. Sube directamente a su dormitorio, un lugar que bien podría ser, dice un búnker', ya que para dormir, necesita mucho silencio y nada de luz. "Y cuando me despierto, me quedo media hora en la cama mirando al infinito".
Y su otro gran secreto es 'la bodega', un lugar donde se puede, desde echar una partida al futbolín, hasta conversar frente a la chimenea o compartir unas risas en una barra con un buen vino. Así es él, un actor 'todoterreno', capaz de cantar, bailar, interpretar un drama o una comedia, y por supuesto, un excelente anfitrión y 'rey de su casa'.
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