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En el programa 40 de ‘Toc, toc,... ¿se puede?’, Flavia Bertolini se pierde entre la naturaleza de Las Rozas y llega hasta la casa de Alfredo, un remanso de paz y espiritualidad al que recurre con frecuencia cuando quiere realizar alguno de sus retiros y dedicarse a la meditación.

La vivienda de Alfreda consta de 70m2 de planta construida y sus paredes son todas de cristal. Esta vivienda está en plena armonía con la naturaleza que la rodea. Tanto es así, que una de sus fachadas se inclina para respetar el crecimiento natural de las plantas y árboles.

El paraíso del diseño: dos cocinas, dos salones y mucho estilo

Otro ejemplo de este respeto que Alfredo tiene por la fauna y la vegetación lo hallamos en una de sus terrazas donde no encontramos suelo construido, sino que se abre un hueco en el mismo dejando paso a la encina que crece a través de él.

De la terraza superior y los cilindros que dotan de una mayor luminosidad al salón, continuamos la visita a la habitación de Alfredo, en la planta más baja de la vivienda. Aquí, Flavia se queda fascinada por el cuarto de baño cuya pared es también de cristal.