Los edificios de hormigón más emblemáticos de Madrid
Lo vemos en puentes, edificios , caminos, y hasta en viviendas particulares, aunque en estas últimas, suele estar combinado con otros materiales. Es gris y aunque pudiera parecer un material frío, cada vez más arquitectos lo tienen en cuenta sobre todo por su resistencia. Pero, ¿sabrías enumerar edificios de hormigón muy conocidos de nuestra ciudad? Aquí va un pequeño recorrido por todos ellos.
Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe
La forma de esta iglesia, como de un sombrero mexicano, sobre una planta octogonal, y la virgen a quien está consagrada (Nuestra Señora de Guadalupe), le dio el nombre popular de 'iglesia de los Mexicanos'. Su estructura gris de hormigón se acopla a la perfección con numerosas y coloridas vidrieras que provocan un juego de luces y sombras en un interior espacioso y sobrio.
Los arquitectos encargados de este proyecto fueron Enrique de la Mora y José Ramón Azpiazu, que proyectaron el templo sobre cuatro pilares interiores únicos. Para el arquitecto mexicano Enrique de la Mora, fue el primer proyecto en España y su consagración. El material escogido, el hormigón, llamó mucho la atención por entonces. Hoy esta iglesia (situada en la calle Puerto Rico, 1) no se puede imaginar de otra forma diferente.
Depósito de agua de Canal de Isabel II
Es cierto que la creación del canal de Isabel II data de mediados del siglo XIX, pero no fue hasta principios del siglo XX cuando se empezó a construir este tercer depósito del canal, conocido como 'el vaso', por su forma y funcionalidad.
El ingeniero encargado de la construcción fue José Eugenio Ribera, que escogió como material el hormigón armado. Pero al comenzar hubo un accidente y la cubierta se vino abajo, provocando la muerte de 30 obreros y un debate en torno al material escogido para la construcción del depósito. Sin embargo, finalmente se valoró la resistencia del hormigón y se culpó del accidente a la ola de calor que se vivía por entonces en Madrid.
El depósito entró en funcionamiento en 1911. En 1986 se reformó para pasar a utilizarse como centro de exposiciones de la Comunidad de Madrid.
Viaducto de Segovia
Es plena calle Bailén, se encuentra uno de los puntos con mejores vistas de Madrid: el viaducto de Segovia. Se construyó sobre otro anterior para salvar el desnivel de la calle Segovia y asegurar la resistencia ante un aumento de tráfico en la zona. Y el hormigón es un material muy resistente, que junto con el acero, consiguen una estructura ideal para esta finalidad.
Tiene una altura de 23 metros, y tuvieron que instalarse enormes mamparas de metacrilato para disuadir a los 'suicidas' que encontraban en este viaducto un buen lugar para llevar a cabo su finalidad. Y aunque su origen es de 1934, ha sufrido alguna que otra reforma hasta nuestros días. El arquitecto encargado de construir este viaducto de hormigón armado pulido, sobre machones de granito, fue Francisco Javier Ferrero Llusiá.
Otros edificios de hormigón muy conocidos en Madrid
- La facultad de Ciencias de la Información
- Torres Blancas
- Ministerio de Hacienda
- El Centro de Formación de Santamarca
- Viviendas de la Glorieta de San Bernardo
- La iglesia del Rosario
- Oficinas del Paseo de la Castellana
- Facultad de Bellas Artes (conocida como Corona de espinas)
- Tribunal Constitucional
El silo de Hortaleza
Con sus 28 metros de altura, esta torre preside un pequeño parque del barrio de Hortaleza conocido como 'parque de Santa María' (aunque en realidad es el parque de Huerta de la Salud). Está ahí desde que Hortaleza era prácticamente un pueblo, y no un barrio. Y a pesar de haber sido pintado de blanco, durante muchos años mostró sin pudor su auténtico color gris de hormigón armado.
El silo de Hortaleza fue utilizado como tal a principios de siglo XX, cuando fue construido (en 1928), porque era un lugar fresco y oscuro en donde poder almacenar el grano. Después, se convirtió en todo un símbolo del barrio y tras permanecer vacío e inutilizado durante años, se transformó en un lugar de exposiciones culturales y un lugar desde contemplar las vistas del barrio desde las alturas.
Gradas del Hipódromo de la Zarzuela
Pocos saben que estas cubiertas, las del Hipódromo de la Zarzuela, suponen todo un hito en el mundo de la arquitectura. Y el encargado fue el arquitecto Eduardo Torroja, que escogió el hormigón armado como único material para cubrir las gradas de un lugar que por entonces, era muy concurrido. Y aunque estaba previsto que el proyecto viera la luz en los años treinta, la Guerra Civil lo paró de golpe, para retomarse y finalizarse en 1941.
La lámina de hormigón de esta cubierta tiene tan solo 5 centímetros de espesor en los bordes, una altura de más de 12 metros y vigas vistas. A simple vista, parece una lámina de hormigón suspendida en el vacío. De ahí que se considere este proyecto como una auténtica obra de arte.
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