Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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El programa 4 de 'Toc toc... ¿se puede?' nos presenta cuatro viviendas muy diferentes. Una de ellas, en pleno barrio de Chamberí, tiene unas vistas 'envidiables'. Conoceremos también quién vive en un chalet con acceso directo a la playa del plantano de San Juan, cómo es por dentro una modernísima casa de lujo en La Florida y cómo es la vivienda de Cuca García de Vinuesa.

El primer reportaje nos lleva hasta lo más alto, un ático en la zona más noble del barrio de Chamberí. Sus vistas son espectaculares, y el piso está lleno de antigüedades y detalles de buen gusto, propiedad de Luis, un magnífico anfitrión que nos enseña toda la casa: la terraza con vistas 360º sobre Madrid, el salón, la cocina, su ordenadísimo vestidor y hasta un dormitorio con ducha integrada.

Y de Madrid, salimos a las afueras para visitar a nuestra protagonista de la semana: la empresaria, periodista y escritora Cuca García de Vinuesa. Ya jubilada, vive en un chalet al lado del Pardo, y demuestra ser una maravillosa anfitriona. Dice que 'la vida es bella'. Tal vez porque siente que le dio una segunda oportunidad.

Y de una entrevista muy íntima con Cuca, pasamos a una moderna vivienda de lujo en La Florida, propiedad de una familia con cuatro hijos y algunos coches de alta gama. Es una casa blanca de líneas minimalistas que tiene todo lo imaginable: 3 salones, 5 dormitorios, un naranjo real en pleno distribuidor, un vestidor con 14 puertas de armario, chimenea, varias terrazas… y por supuesto, una piscina infinity con jacuzzi incluido. Una propiedad de 3 millones de euros que hemos tenido la suerte de conocer.

Y por último, tenemos la oportunidad de conocer al propietario del privilegiado chalet construido junto al pantano de San Juan en San Martín de Valdeiglesias y que además tiene tres accesos directos a la playa. La casa de estilo rústico tiene 490 m2 construidos y 3.000 metros cuadrados de parcela, además de terraza, piscina y hasta una sala de billar dentro de una cabaña de madera. El propietario, además de enseñarnos la casa, repasa sus recuerdos ¡y hasta se arranca a cantar y tocar un viejo bandoneón para nosotros!