Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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No se trata de pintar unas paredes en blanco y otras en verde. En esta vivienda, el color verde avanza por la casa de forma caprichosa, cubriendo de color todo lo que encuentra a su paso. Es una lucha de la 'modernidad' por hacerse un hueco en medio del clasicismo. Así es al menos como nos ha explicado nuestro anfitrión el porqué de esta extraña fusión.

El verde se hace con parte de la casa

Raúl compró esta vivienda hace aproximadamente tres años. Es un edificio de 1928 en pleno barrio de Chamberí, con sabor 'clásico' y una elegancia señorial que Raúl no quería perder.

El arquitecto encargado de la reforma, Mariano Martín, sin embargo, apostaba por introducir elementos modernos sin perder ese espíritu de principios de siglo XX. Y se les ocurrió jugar con el color: el blanco sería símbolo de lo que la casa era hace casi cien años. El verde, avanzaría por la vivienda como metáfora del avance de los años y la modernidad.

El edificio, construido en 1928, fue Premio Nacional de Arquitectura en 1950

Nada más entrar en la vivienda, esa fusión 'bicolor' llama poderosamente la atención. Pero también objetos 'del pasado' customizados. Por ejemplo, una letra 'r' de hierro que perteneció a un teatro de la Gran Vía y al que Raúl le ha añadido un neón de color rosa.

Las coloridas viviendas que verás en el programa 22 de 'Toc, toc, ¿se puede?'

Cuadros modernos, fotografías actuales y radiadores del siglo pasado... Un sofá que perteneció a una escuela de ballet y enormes lámparas circulares en los altos techos. Esta vivienda del edificio militar que se construyó antes de la guerra por el arquitecto Cayetano de Jara, combina a la perfección, gracias a su nuevo anfitrión, el pasado con el presente.