Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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Muchos habrán pasado junto a ella sin dejar de mirarla. Y es normal. En medio de casas grises y altos edificios de hormigón y ladrillo visto, una casa de estilo alemán del siglo XIX nos traslada por completo a otro mundo... el de los cuentos de hadas.

Pero más allá de la imagen onírica de esta casita de Hansel y Gretel (como también se conoce en la zona), la vivienda, situada en la zona de Arturo Soria de Ciudad Lineal, tiene una peculiar historia. De entrada, al principio no era una vivienda, sino... ¡un estudio de pintura!

La quinta generación

Borja es la quinta generación en ocupar esta curiosa vivienda que ha ido creciendo con los años. La construyó su bisabuelo en 1909, sobre unos terrenos comprados por su tatarabuelo, aunque al principio fue un estudio de pintura (sí, su bisabuelo era pintor), sobre el que se comenzó a construir la casa más tarde.

Borja es la quinta generación de esta 'casita de cuento' construida en 1909

Generación tras generación, la casa se ha ido ampliando, pasando de manos hasta llegar a él. Su abuelo dividió la parcela en cinco partes y tanto su hermano como él, disponen de una. "La única condición que nos puso mi madre es que no tocáramos la fachada", explica Borja, quien es consciente de las preguntas que su casa despierta entre todos los que pasan cerca de ella. "Sí, mucha gente se pregunta quién vive aquí. Alguna vez me han dicho que la llaman 'la casita de chocolate o la casita de cuento'.

Las mágicas viviendas que verás en el programa nueve de 'Toc, toc, ¿se puede?'

Los planos de la casa están firmados de puño y letra por el mismísimo Arturo Soria, responsable de la construcción de viviendas en esta zona norte de Madrid. Borja guarda todos estos papeles con mimo, como el primer recibo de impuestos de la zona, que lleva el escudo de la República.

Desvelado el misterio, ahora ya sabemos que la casita de cuento fue el sueño hecho realidad de un pintor romántico y alejado de las modas.