Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
(Actualizado

En la decimo octava de San Isidro, los de Fuente Ymbro dieron opciones para el lucimiento. Se presentaba Marcos, de Fuennlabrada, torero por afición y familia. Hijo de empresario y nieto de ganadero, sabe torear. Está puesto. Debe, eso sí, mejorar su capacidad interpretativa. Torear no es solo dar pases, es también comunicar, llegar al público y convencer.Con el ovacionado primero, escuchó silencio y con el exigente cuarto con el que le falló la colocacion, silencio.

Se presentaba también Alejandro Gardel, de Pinto. Su técnica es impecable, pero le falta transmitir como novillero esas ganas que posee, pero que no afloran en su buen concepto. Su toreo es digno de consideración. El toreo es plásticidad.

Con el segundo de oreja saludó una ovación y con el complicado quinto, escuchó silencio.

Una oreja del tercero se llevó Francisco Manuel. El venezolano sufrió lo suyo con las coladas que le regalaba el de Fuente Ymbro por los dos pitones. Cobró Francisco de Manuel, sufrió una voltereta, pero no se arredró. Se mantuvo en el ruedo sin mirarse, eso se llama valor, y tras una entera algo delantera se le concedió una oreja por petición mayoritaria. Por contra, le faltó acoplarse con el sexto. Debía ganar la acción del novillo para quedarse al pitón contrario, como así le exigía el que, manejable, le repetía si se le ponía la muleta. Por su voluntad y querer hacerlo bien dio una vuelta al ruedo.

En resumen terna de novilleros que pese a lo dicho dejó buen sabor ante una novillada con orejas para cortar y a los que hay que ver más veces.

FICHA DEL FESTEJO:

Seis novillos de Fuente Ymbro, de buenas hechuras, fina lámina y sin exceso en las cabezas, encastados en general y de juego dispar, desde la calidad del segundo a las complicaciones del tercero, pero todos con posibilidades de lucimiento.

Marcos, de azul noche y oro: metisaca bajo y estocada (silencio); pinchazo y bajonazo (silencio tras aviso).

Alejandro Gardel, de negro y oro: estocada caída atravesada (silencio); estocada (silencio).

Francisco de Manuel, de nazareno y oro: estocada delantera desprendida (oreja tras aviso); estocada delantera (vuelta al ruedo tras petición de oreja).