El mexicano Luis David Adame dejó ayer buen sabor en la décima de la Feria de San Isidro, sobre todo en el tercero, un buen toro de Juan Pedro Domecq al que le cortó una oreja. Su intento con el complicado sexto le permitió saludar una ovación.
Desde las verónicas de recibo al buen tercero de Juan Pedro Domecq, el mejor toro de la tarde sin duda, pasando por el quite por chicuelinas, ya denotaban la disposición del mediano de los Adame, que refrendó con una faena de muleta entregada, corajuda, un tanto ligera, es cierto, pero no exenta de ganas, de hambre, de afición de quien está empezando.
Cierto también que a las series con la diestra les faltaba un muletazo más, con el que hubiera calado más aun en el público. Los derechazos, la lasernina, todo fue un recita de ganas y entrega.
Las bernadinas y el largo pase de pecho y la entera, todo sumado, resultaron ser méritos para que cortara a ley la oreja.
Actitud que repitió en el sexto, con las zapopinas y más tarde con la muleta con el cambiado en los medios. Lástima de toro que bronco, exigente, con las complicaciones que da la casta. Impidió al hidrocálido sumar algo más que ovación con saludos.
Por su parte, Finito de Córdoba, con un lote deslucido, dejó la impronta de su toreo de capa. Y Román sin toros para el lucimiento, no bajó puntos por su voluntad y buena disposición.
CARTEL DE LA UNDÉCIMA
Para esta tarde, undécima de San Isidro, ha pasado completa el reconocimiento la corrida de Jandilla que será lidiada por Juan José Padilla en el año de su despedida de los ruedos, el francés Sebastián Castella y el peruano Roca Rey.