Perez Mota corta la única oreja de la tarde en Miraflores de la Sierra

La fase clasificatoria de la Copa Chenel ha llegado a su ecuador este sábado en Miraflores de la Sierra. Mejoró la entrada respecto al sábado pasado con la llegada del buen tiempo, aunque empeoró el juego de los toros con un encierro complicado con los hierros de Arauz de Robles y Aurelio Hernando.

Abrió plaza un astado serio y cuajado de carnes al que recibió Paco Ramos con un farol a portagayola. El de Arauz, que derribó en el caballo, se rajó muy pronto. El castellonense solo pudo dejar un torero y mandón inicio de faena antes de que el animal echase el freno de mano y no diese más opciones en el tercio de muleta.

Igual suerte corrió con el serio y ofensivo cuarto de Aurelio Hernando, otro toro que, tras hacer pelea de bravo en el caballo, rápido emprendió rumbo a tablas cuando llegó el último tercio. Y ahí fue donde destacó la actitud de Ramos, que robó pases de mérito ante un animal remiso a embestir. En ambos toros saludó una ovación.

Pérez Mota lidió en primer lugar al toro del festejo, un astado de Arauz de Robles noble y enclasado. El gaditano toreó con despaciosidad y temple tanto con el capote como con la muleta. Le cogió el pulso a la embestida y dejó tandas bien trenzadas y limpias por ambos pitones. Una estocada trasera y tendida dio paso a la oreja solicitada por los tendidos y concedida por el palco.

Menos opciones tuvo Pérez Mota con el manso y deslucido quinto, un toro de Aurelio Hernando que se desplazó sin clase y con unas embestidas muy cambiantes.

García Navarrete llegó a Miraflores de la Sierra con muy poco bagaje como matador de toros y eso se notó. No se confió ni con el exigente tercero de Arauz de Robles ni con el brusco sexto de Aurelio. En ambos fue silenciado.